Author: Anfechen
•15:21
Sonrientes corazones rojos me observan desde las vitrinas de tiendas en Occidente, mientras sé que en Oriente miles de niños cargan fusiles y aprenden a disparar antes que a debatir. Allá de seguro continuará la resistencia a piedras, versus las terribles balas de una metralleta infiltrada pintada de barras y estrellas. Mientras aquí una frívola tarjeta cargada de romanticismo lucrativo y estandarizado intenta decirme cómo es que debo amarte, estableciendo además un día especial para que diga que sin ti no respiro. Falacias, ilusiones, fantasmas vestidos de cupidos que al son de románticas canciones de exagerada ternura comercial y trillada intentan uniformar los sentimientos.
Y así el predominante rojo y rosado, engalanado con peluches y rosas insiste en obligar a los transeúntes a comprar un nuevo regalo, amenazando a los reticentes con la perspectiva de parecer seres descorazonados ante quien aman.
14 de Febrero un día para decir que te amo, como si no te amara el resto del año, un día para plagiar a algún poeta famoso o anónimo con algo que jamás he sentido, cual si no pudiese decir con mis burdas palabras faltas de figuras literarias que para mi eres importante, precisamente porque de ti no dependen mi estabilidad hemodinámica.
El mercado de sentimientos continúa mirándome melosamente, ahora las sonrisas se encuentran a mitad de precio, al parecer los abrazos tienen un 20% de descuento. Dinero, oferta y demanda, así funciona nuestro sistema, globalización, explotación y dominación, así opera sobre nosotros el imperialismo de barras y estrellas.
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1 comentarios:

On 17 de febrero de 2011, 14:46 , ARNAUD dijo...

De acuerdo, todo en esta sociedad; incluido lamentable el amor; es consumir. Otra vez; muy buena entrada.