Author: Anfechen
•19:30
El tiempo avanza tus telómeros se gastan, tu fuente vital se consume cual vela encendida en algún extraño altar. Te mueres día a día en cada uno de tus respiros y tu proceso oxidativo avanza hacia lo único certero en la vida; tu final.
Afortunadamente no eres consciente de esto todo el día y tratas de vivir tu vida...Le entregas las mejores horas del día a un trabajo (de lo contrario eres un don nadie y espera porque pronto alguien te encerrará en un loquero, un regimiento, una escuela o una cárcel). Trabajas para conseguir papeles impresos de colores que habrás de canjear por alguna necesidad inventada por el sistema capitalista. O bien utilizarás dinero virtual para obtener satisfacciones virtuales...

Te levantas para trabajar y te duermes pensando en qué harás mañana, pero así es la vida y necesitas hacerlo para sobrevivir en esta sociedad actual, tu teléfono inteligente ya está pasando de moda...
Tu auto no es mejor que el de tu compañero y tu casa no cumple con los requisitos que exige la sociedad occidental, necesitas más para poder llegar a pensar en tener una familia. Y cuando tengas al fin tu familia necesitarás aún más para mantener ese nivel de vida...

El tiempo sigue avanzando, ¿Ya lograste lo que querías? ¿Alcanzaste a notar como el sistema neoliberal ingresó a tu sistema cual letal virus y te parasitó por completo? ¿Pudiste estornudar para eliminar la incómoda verdad de saber que te transformaste en uno más de los 16 millones de conformistas? ¿Pudiste toser cuando tus pulmones se oprimían a causa de las deudas?

El reloj continúa su tic tac,, te sigues oxidando mientras fumas para disminuir tu ansiedad, bebes café para estar despierto y lees libros de autoayuda para superar el cuadro de estrés que domina hoy tu vida.

Luchar contra la corriente te parece un sueño adolescente, el sistema capitalista gobierna todo, es el rey del mundo lo ha sido por años y nada de lo que hagas puede cambiarlo...
Afuera hay una marcha social, los mismos inconformistas de siempre que quieren todos gratis, los resentidos sociales que no paran de quejarse. Una pequeña voz en tu cabeza te recuerda que tú eras igual, pero la callas pensando en otra cosa. En tus tiempos la lucha era necesaria y de todas formas no resultó, porque no se pudo luchar contra los gigantes...BASTA!

Tan cierto como que el capitalismo domina el mundo, tan cierto como que cada aspecto de nuestra vida está controlado, tan cierto como el hecho de que somos esclavos de este jodido sistema, lo es también la verdad de que TODO puede cambiar.

Somos muchos los que pensamos igual, somos muchos los que estamos hartos de lo mismo, somos cientos y miles los indignados y no importa cuantos años pasen, cuantas horas extra trabajes. Sabes que las cosas no son como deberían ser, quieres un mundo diferente, quieres una sociedad más justa porque eres humano y lo humano es querer sonreír en lugar de llorar y repartir alegría en lugar de miseria. Lo humano es colaborar en lugar de competir...No importa cuantos años pasen, no importa cuanto intente cambiarte el sistema, en esencia seguirás anhelando un mundo mejor.

Tan cierto como que ellos tienen el poder de someternos es que nosotros tenemos el poder de rebelarnos. Para gobernar se requieren gobernados y para someter se necesitan sumisos.
Boicotea tu trabajo entregando cariño en lugar de servicios, no dejes que nadie te humille ni le entregues el poder de someterte a nadie.


Author: Anfechen
•18:20
Las nubes grises se arremolinan sobre mi cabeza y un par gotas de lluvia me recuerdan que aún queda invierno, unas cuántas cuadras más allá el aroma de las flores señala que pronto llegará la primavera. La confusa primavera que siempre me hace volver, el temible invierno que siempre nos alejó.
La confusión ya no invade mi alma, las lágrimas no me recorren las mejillas, la ansiedad no es capaz de generarme temblores y ninguna canción me arranca sollozos. Las películas empalagosamente románticas no me causan náuseas.
He superado la incomodidad de la anhedonia, del cero absoluto y me acerco más rápido de lo esperado hacia el uno.

Se arremolinan también en mi cabeza cientos de pensamientos y en mi alma, si es que existe, una cantidad abrumadora de emociones. Nunca pensé que llegaría, pero tal parece que no escapé a la norma y llegó le momento en que ni siquiera mi cerebro pudo librarse de la inevitable y funcional mielinización; ese instante en que maduré y entendí que no éramos diferentes al resto, ni nuestra historia era el idilio perfecto. Dejé de insistir en lo imposible...El momento en que el cariño que queda es el suficiente para que nos dejemos libres y desearnos lo mejor a sabiendas de que esa palabra no es capaz de calificar a ninguno de los dos.