Author: Anfechen
•19:37
La vida podía seguir resultándome todo lo desastrosa que yo quisiera, e incluso podía continuar inventándome o desentrañando viejos problemas sólo para mortificarme...
Podía inventarme también un mar de miseria y acongojarme por los males que nos atacan a diario, directa o indirectamente, por la indiferencia y la injusticia. Por esto o también por lo otro. Podía, realmente, hacer lo que quisiera. Pero ahí estaba él, quizás sin notarlo, entregándome el más hermoso gesto de alegría.
La vida podía resultarme injusta y vil esta mañana, hasta llegar a su transparente y radiante mirada. Entonces comprendí lo sencilla que es la vida, y lo fácil que es ser feliz cuando algo tan simple como entregar una sonrisa y recibir otra a cambio te llena el alma de alegría.
Y ahí estaba, con sus ojos oscuros mirándome desde los barrotes, privado de varias cosas propias de su entorno, pero aún así sonriendo como respuesta a mi sonrisa. No nos comunicamos con palabras, pero sí con sonrisas y muecas, el me señalaba con los dedos, y eso significaba para mi el gran logro de ocupar algún pequeño sitio en su corazón al menos por este día. Con tan sólo 9000 grs, con verle sólo unas cuantas horas, el notar cómo se sentía mejor, inmediatamente me hizo comprender que el mundo es del modo que lo queremos ver.
Puedo sentirme como quiera sentirme, pero sin duda, hoy quiero sentirme como él me hizo sentir; feliz por el único hecho de verle sonreír.
This entry was posted on 19:37 and is filed under . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.

0 comentarios: