Author: Anfechen
•18:27

Me encontraba en medio de una alameda iluminada por amables focos negros, el viento me despeinaba y enfriaba el cuello simultáneamente, ya había caminado un par de kilometros con mi mochila al hombro y todo indicaba que la voz de Chris Martin no bastaba para hacerme sentir acompañada. De pronto había terminado Shiver, y una nueva canción estruendosa de esas que atraen a los perros callejeros a seguirme indignados por el brutal sonido amplificado 300 veces a sus oídos mega desarrollados, comenzó de pronto. Ahora Victor García, entonaba "Contra el Viento" y mis pasos acrecentaban velocidad. Fue entonces cuando noté que aunque oír música es uno de mis placeres, soy un ser eminentemente gregario, me sentí totalmente sola y comprendí que un mp3 plagado de artistas no es capaz de darme la mitad de alegría que una conversación con algún ser humano. Para ese momento, sólo deseaba pensar en algo diferente a mi soledad...
Quizas es la mala costumbre de hablar hasta por los codos, o simplemente que cada vez que pienso detenidamente y sola, las conclusiones resultan curiosamente abrumadoras, o cargadas de la tristeza que tanto me gusta ocultar tras una aparente y despreocupada sonrisa. O tal vez sea porque es inevitable estar sola con mi cerebro sin querer crear un cuento...Un cuento con un poco de mi, repartido en varios personajes. De pronto asesino mi inocencia y fe en seres superiores en una Onírica Felicidad, para luego luchar por mis sueños en el Cuarto Deseo.
Un poco de todo, un poco de nada. Hoy sólo me queda decir que me encantaría ser protagonista de uno de mis cuentos, sabiendo que puedo crearme una trama aburrida y feliz sin más sobresaltos que la aparición de un rojo elefante con alas surcando el espacio...
This entry was posted on 18:27 and is filed under . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.

0 comentarios: