Escribo y borro lineas por tí y para tí, bordo palabras, las corto y deshago por lo que me generas y lo que no quiero que me generes...
Pienso en todo lo que has hecho y en lo que no, en las alegrias...ah y en las rabias claro.
Y pongo en la balanza lo bueno y lo malo, y francamente no puedo determinar qué es lo que pesa más.
Me cambiaste...te cambie, me mentiste y te mentí. Bueno, fue justo, te hice llorar y me hiciste llorar a mi. Te dejé y me dejaste, traté de cambiar y traste de cambiar.
Intentamos hacer todo lo que podíamos, pero aún así no funcionó, nos amamos a nuestro modo; ñoñamente, estúpida e ingeligentemente. Porque fuimos tan buenos como malos, tan objetivos como subjetivos...tan ridículos como insistentes.
Y porfiamos al igual que cuando protestamos por un mundo mejor, porfiamos con la idea de seguir de la mano a pesar de todo, por siempre y para siempre.
Lástima que nuestro mutuo odio por el capitalismo no fuese capaz de mantenernos juntos, lástima que no fuesemos justo de esas parejas que están años juntos y terminan casándose y siendo jodidamente felices.
Lástima que formaramos parte justo del porcentaje amplio de los que fracasan y pasan a ser un recuerdo que contar para los nietos...
Y claro, odio cualquier atisbo de felicidad, odio cualquier pareja empalagosa..odio cualquier maldita novela romántica.