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Las noticias nos bombardean de maldad, engaños, robos a inocentes, asesinatos y violaciones, mientras en señal de protesta a la asquerosa costumbre de lucrar con todo y a las acciones gobernadas por la ambición, la naturaleza derrama gruesas lágrimas de lluvia ácida. Así es, el medioambiente se pudre a manos del ser humano, una especie como cualquier otra que insiste en considerarse por sobre los demás.
Miro a mi alrededor y sencillamente; TODO está mal. ¿Todo? Observo un reloj sin pilas, está descompuesto, sin embargo, dos veces al día señala la hora correcta. De pronto, esto me hace pensar que aunque a veces todo parezca oscuro, siempre podremos luchar por cambiar nuestro mundo.
Saludos a todos, menos a una.
Atte.
Valentina Castro G.
1 comentarios:
Para el pesimista seremos ingenuos, para el optimista retorcidos.
Quizás somos las dos cosas.
Saludos, te amo amiga.